Establecer un diagnóstico preciso en odontoestomatología requiere un examen clínico minucioso, que deberá a menudo completarse con exámenes radiológicos adicionales.
El Cone beam o CBCT (Cone Beam Computed Tomography), llamado también tomografía volumétrica digital de haz cónico, es una técnica de imagen seccional en 3D en pleno auge. Permite el examen de tejidos calcificados, a saber, el hueso y los dientes.
En este artículo destacaremos la revolución que han supuesto las imágenes dentomaxilares, que se han generalizado en nuestras consultas dentales, abriendo nuevas perspectivas de diagnóstico en odontología.
Primero, definiremos el Cone Beam y analizaremos el principio físico de este procedimiento radiológico. A continuación, veremos rápidamente las diferencias entre el escáner y el Cone Beam. Reflexionaremos sobre las ventajas y los límites del CBCT, siempre comparándolo con el escáner. Por último, volveremos a tratar las indicaciones de esta técnica.
¿Cómo se lleva a cabo el examen Cone beam dental?
Se realiza como una radiografía dental convencional. El paciente debe permanecer inmóvil durante el tiempo de la toma de la imagen (aproximadamente 10-20 segundos). A continuación, se efectúa una reconstrucción informática mediante un programa informático específico. Se necesitan 20-30 minutos para cada examen, tiempo significativamente superior al necesario para un escáner.